lunes, 18 de marzo de 2013

Taller De Literatura: El Español Dominicano


El español dominicano es la variedad del idioma castellano hablado en la República Dominicana siendo dentro de sí una variedad del español caribeño. El español de la República Dominicana es un dialecto que se divide dentro del mismo en otros sub-dialectos dependiendo de la región y la clase social. Al ser una lengua rica en influencias extranjeras el español de la República Dominicana tiene influencias de varias culturas y países. De la misma manera éste puede sonar muy similar al español de Puerto Rico (español puertorriqueño) y de Cuba (español cubano), por la gran cercanía a estas islas.
En el español dominicano podemos observar el uso de arcaísmos, los cuales a pesar de no ser utilizados con frecuencia son todavía conocidos por la gran mayoría del pueblo y su uso no es extraño (ejemplos de los mismos son las palabras anafe, bregar, carátula, malmara, etc.). De la misma manera el dialecto dominicano usa varios términos denominados indigenismos de gran popularidad en la riqueza del idioma. A pesar de tener una populación indígena completamente extinta, estos términos quedaron marcados. Muchos dicen que los indigenismos dominicanos provienen del único taíno restante en la isla de la Española, Enriquillo, que a pesar de ser de ascendencia taína estaba ya completamente hispanizado.

Historia

Cuando Colón llegó a América, en 1492, sus carabelas atracaron en el actual territorio de la República Dominicana. La isla, a la que bautizó La Española, se convirtió en el primer asentamiento europeo en América, y Santo Domingo, en la primera capital de España en el Nuevo Mundo. Es decir, que también fue el primer lugar al que llegó el idioma español, teñido del andaluz, debido a que las expediciones al Nuevo Mundo se organizaban en esa zona de España.
La población indígena local, los taínos, se extinguieron completamente al cabo de 200 años de conquista a causa de guerras, epidemias y brutales condiciones de trabajo. Grandes contingentes de esclavos africanos la reemplazaron como mano de obra, y en el proceso aportaron su lengua, que se encuentran en las palabras, la forma de hablar, el acento, los coloquialismos y las entonaciones. Esta es una característica que la lengua de la República Dominicana comparte con el resto del Caribe.
Del africano viene la sintaxis del yoruba de Nigeria en la inversión del orden que se le da a las preguntas: “¿Adónde tú vas?”, “¿Qué tú quieres?”. También es el origen de otro fenómeno llamado lambdaización, que consiste en cambiar la implosiva al final de la sílaba por una /l/. Así, “cartel” se convierte en “caltel”, “caminar” en “caminal”, etc.
Actualmente, las diferencias en la forma de hablar están muy marcadas por la clase social. Así, la clase alta aspira las /s/ (“ahpira”, “vamoh”, “ehpecial”) y pronuncia una /k/ en palabras como “objeto” (okjeto), “observar” (okservar). La clase popular tiene tendencia a acortar y unir palabras (“vamoacer” por “vamos a hacer”, por ejemplo).
Tal vez, el fenómeno más curioso sea la influencia lingüística que proviene de los Estados Unidos. Los préstamos se convierten en nuevas palabras, que pueden parecer hasta autóctonas: “guachimán” (guardián / watchman), “zafacón” (basurero / safe can), “chizquéi” (cheesecake), “greifrú” (toronja / grapefruit), “crinchís” (queso crema / cream cheese) o “pariguayo”, que es una persona tonta o boba y proviene de party-watcher, que eran los guardianes de las fiestas que pasaban horas quietos.
El español dominicano es parte del llamado español caribeño, y tiene como características específicas el seseo (no hay diferencia de pronunciación entre la s, z, y c, antes de e e i), el yeísmo (la ll pronunciada como y) y la ausencia del voseo.
Además el español, República Dominicana también tiene parte de la población que habla creole haitiano (de sus vecinos inmigrantes y sus descendientes), y una pequeña comunidad de habla inglesa en la península de Samaná, constituida principalmente por descendientes de esclavos estadounidenses que llegaron a la península en el siglo XIX.
Así, el español de República Dominicana está atravesado tanto por arcaísmos como por neologismos, africanismos y extranjerismos, los que lo convierten en un idioma antiguo y moderno a la vez.


La Clase Culta

La clase culta tiene algunos rasgos específicos que a pesar de no estar prescriptivamente correctas son más aceptables. Por ejemplo algunos de los fenómenos son los siguientes:
  • Reducción de nasales finales a n velar: corazóŋ, accióŋ, perdicióŋ.
  • Africación de la y
  • Aspiración de la s: vamoh, ¿cómo ehtah?
  • Lambdacismo y rotacismo (incluso en la clase culta)
  • Se adopta la k como implosiva: octener, ocservación.
  • Sonoración o ensordecimiento de una consonante por influencia con la siguiente: admósfera, optener
Aunque no se utilice, en la docencia cuando se enseña la lectura muchas veces se enseña la diferenciación entre la z y la s, de la ll y la, y, aunque sea incorrecto en el español, de la b y la v.

La Clase Popular

Los rasgos de la clase popular son los siguientes:
  • Alternación de la o y la u: Macorís, y Macurís, bohío y buhío
  • Contracción de grupos vocálicos en diptongos, especialmente en el diptongo eu: Europa= Uropa
  • Aspiración de la h, aunque este rasgo ha estado desapareciendo: hablador= jablador.
  • Diptongos reforzados con una velar: güeso, gueco
  • Contracción de vocales idénticas: todo= too, nada=naa
  • Lambdacismo y rotacismo (más frecuente en la clase popular)
  • Desaparición de r y l finales